Verano 15 - 5!

  Esta semana Carmen María toma la palabra y nos invita a viajar...

  Una cálida noche de este verano, una golondrina, muy persuasiva, se posó sobre la barandilla de mi terraza y me convenció para que subiera algo a nuestro querido blog.

  Sentí vértigo... No, no eran las cervicales. Era el poco sentido común que me quedaba de cómo iba a ser capaz... pero la golondrina, vaya si era persuasiva, insistió y así se inició el proceso.

  ¿Qué libro?....Lo único que tenía claro era que tenía que ser algo veraniego. Nada de "La teoría de los átomos de Newton", nada que acabara mal (bueno, ahí, se me fue un poquito de las manos), que no fuera polémico.... Con esas premisas, me dirigí a la zona de la estantería de los libros con esas características, cerré los ojos y dejé que mis dedos fueron paseando por los libros. De repente, sentí que era Ese el que quería leer... Noooo, me matan: "El beso" de Danielle Steel. Bueno, vale, vuelvo a cerrar los ojos y lo noto: "Mis amigos, mis amores" de Marc Levy.

  A ver, por un lado, puf. Libro de 2009, típico libro de típico autor de éxito, el que menos me gustó del citado autor, pero, dejando a un lado ese puntillo discriminatorio, me lancé a su relectura.

¿De qué va?

A priori, es la historia de dos amigos, de siempre, franceses -Antoine y Mathias-, a los que la vida los llevó en distinto momento de París a Londres. Ahí es donde se desarrolla la mayor parte de la historia. Pero, en la historia, se entrelazan las vidas de

los Amigos que pueblan sus vidas: Yvonne y su bar, que es el de todos; Sophie, esa amiga siempre pendiente de todos y enamorada, en secreto de un amigo que, preocupado por todo el mundo menos de sí mismo, no oye las mil señales de alarma de su soledad; los niños, los personajes más centrados de toda la historia...

En este libro reconocemos a personas de nuestro día a día más cotidiano e incluso a nosotros mismos: Ese amigo "fungón", siempre preocupado de que todo vaya según lo previsto menos su propia vida; ese otro amigo que se ocupa de saltarse las previsiones, pero que a la vez tiene tanto miedo de tomar decisiones, que ignora que, la mayor parte de las veces, tirarte a una piscina, no significa que te vayas a ahogar.

"Mis amigos, mis amores" saca más a la superficie de la piel que

no eres tan raro pensando que no puedes ser completamente feliz si las personas de tu entorno no son felices y que eres feliz, en el camino de intentar de que los demás lo sean y ya, si ayudas a conseguirlo, es el súmmum.

Sí, me podéis decir que no siempre hay amigos para toda la vida... Estoy de acuerdo, pero hay amigos de toda la vida y amigos de momentos de tu vida, que formaron parte de ella y la tejieron. Me podéis decir que la familia te toca, que los amigos se escogen... Os puedo garantizar que, a veces, los amigos, también tocan. Quien tiene un amigo tiene un tesoro y mucha gente tiene amigos y los AMA más que a gente de su misma sangre.

Hacia el final, te das de bruces con algo que sabemos pero que olvidamos cada día: tenemos que disfrutar el hoy, el ahora, porque... no sabemos qué pasará mañana. Pero no, no os preocupéis, no acaba mal...

Conclusión:

El Amor no se le tiene solo a una pareja; el Amor se les tiene a los hijos, a los padres. Sí, vale, todos son de sangre... pero el Amor, además de en el corazón, se siente en la piel y podemos decir que "Mis Amigos, mis Amores".

Os quiero, Amig@s.

  Un cachito del libro:

— ¿Recuerdas a Caroline Leblond?
— Segundo A, se sentaba siempre al final de la clase. Fue tu primer beso. Han pasado ya algunos años...
— Caroline Leblond tenía una belleza ruda.
— ¿Qué te ha hecho pensar en ella ahora?
— Aquella mujer que está cerca del picadero me recuerda a ella.

Antoine miraba con atención a la joven madre que leía, sentada en una silla. Cuando pasaba las páginas, lanzaba una mirada rápida a su pequeño hijo que no dejaba de reír, subido a lomos de su caballo de madera.

— Esa mujer de allí debe de tener más de treinta y cinco años.
— También nosotros tenemos más de treinta y cinco años —añadió Mathias.
— ¿Crees que es ella? Tienes razón, se parece a Caroline Leblond.
— ¡Con lo enamorado que estuve de ella!
— ¿También tú eras uno de esos que le hacía los deberes de

matemáticas para que te besara?
— Lo que dices es asqueroso.
— ¿Por qué? Ella besaba a todos los muchachos que sacaban más de un siete.
— ¡Te acabo de decir que estaba locamente enamorado de ella!
— Pues muy bien, pero ya va siendo hora de que te plantees pasar página.

  Tenemos peli del 2008, pero, ay, en francés. El tráiler, aquí:

  Un trabajo muy familiar, sin duda: ¡la directora, Lorraine Lévy es hermana del autor de nuestro libro! -Y, sí, ¡el señor Marc se quitó la tilde como otros se quitan años!

  ¿Y de música? Ritmo y amistad, ¡menudo cuarteto!