Prohibido a los gatos X



  ¿Es un pájaro?, ¿es un avión?, ¡es Capileira!



  Nuestra Adelaida consigna al final de "El sur" el lugar y la fecha en que escribió el relato:

Capileira, junio-julio de 1981

  En esa localidad granadina estuvo residiendo una temporada. Pero, ¡un momento!, ¿Granada?, ¿no suena gallego ese eira? ¿Y si añadimos que está ubicada en el valle del río Poqueira y que no andan lejos las villas de Pampaneira y Ferreira? ¿Simple casualidad toponímica?



  Una teoría dice que no, que esos enclaves tomaron sus nombres de los gallegos que acudieron allí, primero para batallar en la Reconquista de los Reyes Católicos y, sobre todo, después de la expulsión de los moriscos, acaecida en 1571. Estos eran los musulmanes que, previo paso por el agua de bautizar, se quedaron en aquellas regiones, y que terminaron rebelándose contra los intentos reales de que asimilaran las costumbres a las castellanas y olvidaran las propias - como, por ejemplo, la de bañarse, ¡menuda desfachatez! - La cosa terminó fatal, hubo tres años de encarnecida guerra y, por si fuera poco, los supervivientes fueron dispersados. El territorio quedó despoblado. Entonces el rey pensó: si hay un gallego en la luna, ¿por qué no traer unos cuantos a las Alpujarras?


  Quizá como memoria de aquellos días, en Capileira sigue celebrándose la fiesta de la mauraca, ¡toma castaña (asada)! Equivale a los gallegos magostos.
 


  En todo caso, este lugar de la Alpujarra es un lugar muy pintoresco y bello de visitar, que ha encandilado a mucha gente, no solo a Adelaida García. ¿Recordáis a Genesis, el grupo de Phil Collins? Su batería, Chirs Stewart se fue a vivir allí, y ha escrito en varios libros su experiencia. En el muy divertido Entre limones nos describe así a Capileira, en la falda de Sierra Nevada:




    Es un sitio muy bonito, con unas casitas blancas en forma de caja apiñadas alrededor de una iglesia como si se tratase de pollitos bajo el ala de una gallina. Pero lo que de verdad te deja sin habla es su situación. Desde lo alto de las laderas aterrazadas del desfiladero, el horizonte se extiende hacia el norte hasta el gran circo blanco del Veleta, bajo cuyo pico hay siempre posada una suave estola de nubes. Hacia el sur, un ancho puerto de montana se abre al Mediterráneo, y los dias claros de invierno se pueden distinguir los picos de las montanas del Rif en Marruecos, al otro lado del estrecho.

  Apetece la visita, ¿no?

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  Extras
 
  Una de soplillos - la rosa es un puro adorno fotográfico, ¿eh?


  Y otra de gaitas y castañuelas - el señor Carlos Núñez y la señora Carmen Linares:







6 comentarios:

  1. Sobre 4500 personas hablan gallego en Extremadura -San Martiño de Trebello, As Ellas e Valverde do Fresno- ¿de qué nos extrañamos? A Granada nos quedaban cuatro pasos para llegar.

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  2. En voz bajita diremos que también existe la hipótesis de que esos topónimos tienen su origen en voces mozárabes, y que la presencia Gallega es un tanto mítica...

    Da un poco igual, lo interesante es comprobar como las palabras son tan evocadoras.

    ¡Gracias, Marta, por el apunte!

    Pd. Otra tradiciones parecidas: el trovo y las regeifas.

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  3. Esos nombres suenan gallegos, pero no se dice que estamos en todas partes? Así que no me sorprendería que hace un montón de años algún vecinito nuestro pensara: no puede ser que en ese lugar no haya una representación de gallegos, vamos a colonizar esas montañas! :D

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  4. Y aunque es cierto que la vista apetece creo que desde nuestra biblioteca la vista tiene más encanto: hacia un lado el mar y las Cíes, y hacia el otro la montaña siempre verde.

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  5. Eso, eso, ¡a defender la terriña! Además, es indudable que nuestro club de lectura tiene los miembros más guapos de la historia. Qué bellezones somos, por favor.

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  6. Añado a la página una imagen de los soplillos y una cancioncilla que parece reforzar esa idea de que sí hay ciertos vínculos indisolubles entre gallegos y andaluces y viceversa.

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