La discoteca X


  No tenemos mucha música en esta obra corta, aunque sabemos la que tía Daisy tocaba el piano. Sin duda, interpretaría la hiperconocida Marcha Turca de Mozart. -- Advertimos ya, para los malévolos, que nada tiene que ver con nuestros admirables vecinos coruñeses...




Según Adriana, Sevilla está:

    hecha de piedras vivientes, de palpitaciones secretas.

  Viene a ser lo mismo que dicen esos filósofos modernos que son Los del Río, arsa:


 

De la versión cinematográfica del libro, rescatamos aquí una popular obra de Enrique Granados, de sus Danzas españolas, la número cinco, conocida como Andaluza. Dieciséis añitos tenía el muchacho cuando la compuso. En esta audición, don Andrés Segovia a la guitarra. Vámonos, maestro:

 
  
  ¡Menudo broche de oro!





9 comentarios:

  1. Si no son muchas las horas que Daisy le dedica al piano, yo diría que más bien ticará algo del Libro de Anna Magdalena Bach

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  2. Se admite la propuesta, claro que sí. Pero como era profe de piano, imagino que algo de pericia tendría la tiísima. Aunque, claro, con sus estudiantes serían todo escalas; como los vuelos con poco depósito...

    ¡Gracias por comentar, Marta!

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    1. Tú ya te lo leíste, Anónimo, eso es trampa ;p

      Marta

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    2. yo casi ni empecé, a ver si me cae bien la tía Daisy esta, aunque si es como la del libro anterior..... con la penita que me dió la Daisy del Gatsby!

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  3. ¡Huy, Sonia! Me parece que la otra Daisy te cameló con sus cantos de sirena ;) Je ¿cómo era? Una voz que es dinero o algo así, que decía nuestro Nick

    Mt

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    1. Que vaaaa, me daba mucha penita su situación! Así que imaginate mi sorpresa al descubrir que a otras les caia fatal....

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    2. Valeeee. Un poquillo de pena da el imaginarla viviendo con un tipejo como Tom, pero me parece a mí que la chica tb es muy comodona y victimista, ¿no? En plan ¡ay, qué desgraciadita que soy, que mal que me tratan! Y después ella también hace de las suyas, eh. Como que de su situación personal no saca mucho aprendizaje positivo de cómo tratar a los demás.

      La que sí me da una pena terrible es la pequeña. Entre el padre y la madre ¡miña pobre!

      Je. Ni que fueran personas de verdad

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    3. Y creo q no estamos dejando nuestros comentarios en el apartado adecuado. Ay!! Miedo me da un tirón de orejas del implacable coordinador. ;)

      Mt

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    4. Bien visto, Sonia, lo de la peque, que se queda un tanto difuminada en la historia pero que le espera un futuro poco equilibrado con las enseñanzas recibidas en casa, ¿no? Esperemos, para su bien, que saliera fea y lista, aunque fuera por fastidiar. -- Lo de la fealdad tiene solución, como bien nos enseña esa serie de Bea de tanto éxito.

      Mt, el lugar adecuado para dejar los comentarios es donde os parezca. Mi fama de implacable no tiene que ver con lo que tu párrafo sugiere, sino con la imposiblidad de que me pongan placas, calles o glorietas. Me niego. :p

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