La cocina del club V

Dice el refranero que la mejor salsa es el hambre, y vaya si es verdad:

(Por cierto, ¿cuál es vuestro bocadillo de la infancia favorito?)


Moviéndose en silencio, Nettle buscó a tientas el salchichón en su morral, lo cortó en tres pedazos y le pasó uno a Turner, junto con un mendrugo de pan. Éste se extendió cuan largo era en el suelo de cemento y (...) empezó a comer la mejor carne que había probado en su vida.


Es que cuando se nos mete una idea en la cabeza...

 (...) y pensó en comida. Lonchas de jamón, huevos escalfados, una pata de pollo asado, un estofado denso, merengue de limón. Una taza de té.

¡Un momento! ¿Qué es eso del estofado denso? Si miramos el original, en inglés, leemos thick Irish stew, esto es, un guisote irlandés de cordero. Como estos chicos no usan aceite, preparamos el fondo de la cazuela con bacón, y ahí le damos una vueltecita a nuestro cordero deshuesado, añadiendo un poco de harina para conseguir una salsita. Añadimos cebolla, ajo y laurel, cubrimos con caldo y cocemos suavemente durante hora y media a fuego lento, y luego añadimos zanahorias, patatas y un poco de tomillo y dejamos hacerse otros treinta minutos más. ¡Es una comida muy típica de pub! -- Así que, ya sabéis, para acompañar una Guinness y pan con mantequilla. Hum...

  ¿Merengue de limón? Es, en realidad, una tarta bastante latosita de hacer, de aspecto muy apetecible y sabor... ¡ya sabemos que los británicos son raritos para los postres! Es más sano tomar una manzana, ¡están muy cerca los excesos navideños!



¿Pero, y el limón? Siempre se lo podemos poner al té. ¿Una tacita?

3 comentarios:

  1. ¡Bocadillos!

    Todos los miembros del club que tuvimos la suerte de ir al desaparecido Colegio Públio de Redondela recordamos al entrañable y entregado bedel, el "Señor Lagera".

    Él, y su mujer Estrella, siempre acompañaban a los alumnos en los viajes fin de curso de 8 de EGB, pero no solo eso. Durante todo el curso se afanaba en la elaboración de aquellos inolvidables bocadillos de chorizo de Pamplona cortado en finísimas lonchas, casi transparentes, para recaudar fondos y que el ansiado viaje resultara más económico a las familias.

    Gracias, Sr. Lagera. Un beso.

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  2. Solidaridad y alimentación equilibrada, ¿qué más puede pedirse? ¡Bien por el señor L. y todos los fabricantes de bocadillos de la infancia!

    (Y ahora, me temo, te toca hablar de ese viaje de estudios subvencionado por un chorizo.)

    Gracias a ti también, señora Marta, por compartir con nosotros ese recuerdo.

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