Foro extra: El huésped




 Dedicamos este espacio a comentar el relato de Camus El huésped

  Siéntanse como en casa... ¡pero nada de cruzarse de brazos!


 

8 comentarios:

  1. Me dejo asombrada y gratamente sorprendida, la forma de actuar del profesor, todos nos gustaria conocer asi a una persona, que no tiene miedo a una persona que cometio un crimen y que lo trata como a un igual y que la da la posibilidad de huir llevandose comida y dinero, o de entregarse. El arabe como no quiere interactuar con otra cultura, decide entregarse. Me llama la atención la fuerte carga que tiene al final del libro, cuando el profesor vuelve al aula y entre los rios, ve una frase que lo dice todo de la intransigencia de algunos pueblos. "Como has entregado a mi hermano, mereces morir".

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  2. Bastante desolador todo el relato, ¿no te parece? La ambientación con ese entorno tan inhóspito está muy bien lograda. El frío y la dureza del exterior se encuentra también en el dilema interior.

    ¡Gracias por compartir con todos tu más que interesante opinión!

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  3. El paisaje es inhóspito, sí; pero nuestro protagonista es un privilegiado al fin y al cabo. Una habitación caliente en la que refugiarse y un chaquetón de caza y unas botas con los que enfrentarse al frío si decide salir, alimentos con los que “resistir a un asedio”, agua, la ventura de sentirse de un lugar y la dicha de poder estar en él … Como el narrador nos dice se siente “como un señor”. Se nos presenta frente a él la imagen de un hombre que, maniatado, camina sobre la nieve medio descalzo y medio desnudo, un hombre que tiene hambre y frío, un hombre que, en un arrebato de ira, ha cometido un crimen, un hombre asustado, un hombre que ni huye ni ataca al maestro, un hombre que confía en la justicia, un hombre, según todo esto me hace pensar, inocente.

    Nuestro aparente héroe, “crispado” e “incómodo” por este problema que viene a romper la armonía de su “ruda” pero feliz vida opta, ante el dilema moral que se le presenta, por la solución menos comprometida: no decidir, dejar ese trabajo en manos del débil. El magnánimo maestro que “había nacido allí, [y] en cualquier otra parte se sentía exiliado” da al árabe la oportunidad de abandonar su horizonte negándose, además, a escuchar cuando se le pide… Me parece una actitud cobarde, egoísta, y, aun por encima, con pretensiones de ser lenitivo contra la mala conciencia.

    No hay malos ni buenos en esta historia. Acaso los que escriben en pizarras amenazas si las cumplen. La violencia premeditada es, a mis ojos, la gran enemiga de la virtud.

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    1. ¿No encuentras que el relato está permeado de cierta ironía, que roza el sarcasmo, desde el principio hasta el final?

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    2. Encuentro que el autor intenta manipular nuestros "sentimientos" de principio a fin, que juega con nosotros.

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  4. Qué interesante punto de vista. ¿Cuál crees que hubiera sido la evolución "no manipulada" del relato?

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    1. Creo que no me estoy explicando bien. No es en la evolución del relato en lo que pienso cuando hablo de manipulación, sino una sensación extraña que experimento al leerlo. Como que por un lado noto que el autor me está intentando vender al maestro como un justo, pero por el otro me lanza destellos rojos que me advierten "fíjate, fijate bien en lo que te digo que no es oro todo lo que reluce". O sea, nada; chaladuras mías.

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    2. Ajajá. Todo muy ambiguo, pues. ;)

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