El libro, traducido por Óscar Palmer, comienza así:

En este caso, podemos compararlo con una versión anterior del mismo libro (La guarida, Plaza & Janés, 1999)
Ningún organismo vivo puede prolongar su existencia durante mucho tiempo en condiciones de realidad absoluta sin perder el juicio; hasta las alondras y las chicharras sueñan, según suponen algunos. Hill House, que no era nada cuerda, se levantaba aislada contra el fondo de sus colinas, almacenando oscuridad en su interior; así se había alzado durante ochenta años y podría aguantar otros ochenta. En su interior las paredes permanecían derechas, los ladrillos encajaban perfectamente y las puertas estaban sensatamente cerradas; el silencio reinaba monótonamente en Hill House, y cualquier cosa que anduviese por ella, caminaba sola.
Ahora, el original de 1959.
No live organism can continue for long to exist sanely under conditions of absolute reality; even larks and katydids are supposed, by some, to dream.
Hill House, not sane, stood by itself against its hills, holding darkness within; it had stood so for eighty years and might stand for eighty more. Within, walls continued upright, bricks met neatly, floors were firm, and doors were sensibly shut; silence lay steadily against the wood and stone of Hill House, and whatever walked there, walked alone.
Pues me gusta más nuestra versión. La elección de los adjetivos y la supresión de algún que otro verbo y pronombre relativo sustituídos por comas -que me parece que en esta versión estån usadas con mayor fidelidad al original- aporta al texto mayor sonoridad y fluidez, lo vuelve más romántico y poético.
ResponderEliminarCoincidimos, señor/a Anónimo. El inicio, que sin duda es ampuloso, suena bastante mejor en la versión que manejamos.
EliminarEs curioso comprobar cómo el inglés es una lengua ahorrativa: 83 palabras en inglés se convierten 101 en español. Si contamos caracteres, los 502 del original pasan a 662 en la traducción; ¡casi un tercio más!