La discoteca - 1.


 La buena de Mary no tenía mucho tiempo para fiestas, así que no hay mucha música en este libro.

  Aunque, a nuestra amiga imaginación no le falta:

estaba bailando con el gallito y después montamos un banquete y vino el cerdo y se sentó en la silla más alta y nos cantó una canción a todos.

  ¿No recuerda un poco al cuento de los Músicos de Bremen?





  Sabemos, eso sí, que alguna vez cantaba en el campo mientras trabajaba... ¡pero no hay pistas de qué! Cubrimos el hueco con un clásico de Bob Dylan, que tampoco estaba mucho por trabajar en la granja de Maggie.




  Además, hay himnos religiosos. Como estamos en Inglaterra, tenía que aparecer este:







  Otra versión de la misma coplilla, pero esta vez instrumental y con gaitas. Nada menos que los dragones escoceses al fol...  -¡bajen un poco el volumen!



  Por cierto, ¡menuda historia la de este himno! Con decir que el piadoso creador, John Newton empezó su vida como feroz esclavista...

  Ah, ¡y también cantan los pajarillos! Aquí un breve vídeo de escasas once horas de duración para apreciar esa maravilla ornitológica:

 Del color de la leche

2 comentarios:

  1. Y eso que no había música...

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    1. Hombre, Sonrisas y lágrimas no es... Sobre todo, por la primera parte. :p

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