En el principio VI

Berta Dávila nos ofrece un poema previo, incontable: el cero.


Sobrevivín a cinco fisuras sobre as paredes do meu ventre
e a un século de neve para poder contalas,
para ser quen de nomear a todos os que faltan,
para inventar palabras que completen os ocos destes muros.

E talvez amo aínda
esa incerteza cartográfica da cicatriz,
e por iso consinto

navegar polas feridas do meu corpo como un suicida:
ser apenas fenda, apenas músculo,

rabuñar nas fronteras da pel
para levar a vida por debaixo das unllas,

a aprender a falar do que perdín como farían os vencidos,
con esa soidade da bandeira soterrada.

(96 palabras)


 ¿Qué impresión ofrece este inicio: es sugerente, pausado, rápido, misterioso, claro, alegre, melancólico...? ¿Es un buen comienzo?, ¡opiniones aquí, por favor!


26 comentarios:

  1. Un doce arrolo polo seu ritmo pausado e preciso e pola sonoridade das palabras escolldas; e ao tempo, unha desgarradora loita por continuar cara adiante negándose a esquecer a amada orixe das feridas.

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  2. ¿No os parece muy poderosa la imagen que guarda el último verso?

    con esa soidade da bandeira soterrada.

    Recordemos que la reglamentación, al menos en Estados Unidos, sobre banderas deterioradas invita al fuego a las de tela y al entierro a las sintéticas.

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  3. Pois prefiro o de

    Navegar polas feridas do meu corpo como un suicida.

    Pero xa se sabe que a min as bandeiras non me din gran cousa.

    Mt

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    1. esa frase también me encantó a mi! Tengo que decir que no suelo leer mucha poesía, pero estoy deseando tener el libro para empezarlo, espero que evoque tantas sensaciones y sentimientos como este comienzo...

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    2. Ojalá lo disfrutes todo tanto como merece ese deseo de tenerlo en tus manos. ;)

      ¡Ya falta menos!

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  4. Caray, qué sitios más raros te gustan a ti para navegar... :p

    La carta de presentación del libro es excelente,

    Nótese que las heridas son en el vientre, no en el corazón, ¿algúna idea?

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  5. Ya, el corazón, siempre hablamos del corazón como esa caja en la que guardamos o a la que afectan todos los sentimientos, positivos o negativos; pero, en realidad, dónde lo somatizamos todo. En el estómago. Dónde apoyamos con fuerza nuestros antebrazos entrelazados cuando el dolor o la alegría son tan fuertes que comprometen nuestro equilibrio físico. En el vientre.

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    1. Es cierto que para algunas culturas antiguas el alma estaba localizada en el estómago; y, por ejemplo, el ritual tradicional de suicido japonés se celebraba centrándose en esa zona...

      Además, el vientre es el placer y el futuro.

      Bien visto, Marta. El corazón, una cursilería para vender cajas de bombones en San Valentín. :p

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    2. Es curioso que menciones, amigo Anónimo, eso de que el vientre es el futuro. Yo, que soy mamá de tres lindos mozalbetes, no puedo evitar leer el poema y encontrar referencias a una maternidad frustrada. Y es que, ya se sabe, cada uno interpreta según el bagaje personal que arrastra; pero... buscando la objetividad (*), y dada la juventud de la autora, ese extremo intento dejarlo de lado.

      (*) Menudo sinsentido, ¿no? Analizar objetivamente un poema pretendo. :)

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    3. También hablas de San Valentín y no puedo resistir la tentación, aún no viniendo muy a cuento, de apuntar una curiosidad que leí estos días en un libro de Julian Barnes: el 14 de febrero los británicos, gente singular y con un extraño sentido del humor, celebran, además del día del amor, el "National Impotence Day".

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    4. No tenía ni idea de que los británicos también tuvieran un día para eso, genial!

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    5. Madre de tres mozalbetes, la lectura del poema, individualmente, es perfecta. Sin embargo, en el contexto del libro, quizá difiera un poquito. Pero eso no importa ahora: desde esa perspectiva del poema aislado, se ve esa evolución inversa temporal que tú indicas: la tartaruga que atraviesa puede ser el bebé -o el feto inerte, según la lectura de NP-, que se alimentó de la gestante en el embarazo, y que se inició con un acto génico del sujeto al que se dedica el poema.

      En cualquier caso, el tono general del poema no parece especialmente alegre, ¿no?

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    6. 14 de febreroEn principio, no debería haber incompetencia entre los dos estados... Otra cosa es la relación entre una y otra celebración, acaso incompatibles.

      En México, más amables, celebran ese 14F el día de la amistad y en Japón es día en el que las chicas estás moralmente obligadas a regalarle a sus compañeros de trabajo giri-choco, bomboncillos para ellos... - ¡No es broma!

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    7. Comme ci comme ça

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    8. Comme il faut! ;)

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    9. "Acto génico". ¡Miña naiciña! :p

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    10. Anónimo ochomarciano, sabia que es su señora madre: la cosa seria acto genésico. A saber en qué andaría pensando el o la autor del texto. Nótese que, vilmente, se refugiaba en el anonimato para que su ridículo fuera disimulado.

      (Aunque algo de combinación génetica, ciertamente, produce la citada acción.)

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  6. Me suena a un episodio de frustración, silencio, soledad pero sobre todo impotencia. Me hace pensar en una mujer que estuvo embarazada y no pudo seguir su embarazo por vergüenza o cobardía. Tal vez una mujer joven, muy joven que por amor a otra persona se calló todo lo sucedido. Y por otra parte tambien podría sugerir una mujer joven, que en algún momento pasado estuvo enferma y no se atrevió hasta el momento de reconocer ese pasado doloroso. Aunque me inclino tal vez por la primera versión.
    NP

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    1. NP, gracias por tu interesante aporte abriendo dos caminos, el de un embarazo no llegado a buen fin o el de una enfermedad. Es una visión muy original, directamente relacionada con la propia imagen de la poeta.

      ¡Cuánto aprendemos juntos, caray! ;)

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  7. Un inicio fabuloso,arrebatador , impactante y con mucha fuerza visual.
    Enhorabuena por este inicio tan cuidado y elegante.
    Mejor imposible.

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    1. Exacto: la colección de imágenes de esta introducción es muy poderosa. Sí que dan ganas de seguir la lectura para saber más de las circunstancias que llevaron a esas consecuencias.

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  8. O ton do poema é triste e melancólico, si; mais... arranca coa palabra "sobrevivín". Esperanzador, ¿non si?

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    1. Marta, la melancolía no está reñida con la supervivencia, ¿no? Es matizable, claro, que también puede entenderse como un cántico triunfal por el hecho vital de seguir, pero a mí se me antoja más un recuento de pesares que produce en el poeta cierta tristeza por el recuerdo de lo perdido.

      Vaya, que los vencidos, en general, no están para muchas verbenas. -- aunque como proclamaba Siro, vence el que se vence. - vincit qui se vinci, por si alguien se anima a tatuárselo en latín.

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    2. ¡Caray! Por una vez que me empeño en ver el vaso medio lleno mira que me lo pones difícil.

      "supervivencia" suena a tirar "palante" como humanamente se puede, no a curación de las heridas. Es decir, mandas la luz verde de la esperanza, que tanto esfuerzo me costó encontrar, al cubo de la basura.

      ¡So cruel! :p

      Y tampoco era de un "cántico vital" de lo que yo hablaba. Ingenua sí, Anónimo nuevemarciano, pero ciega...

      Mi ejercicio consistía en buscar una luz al final del túnel; y que no fuera la de una locomotora que me arrollara, claro.

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    3. Mt, vaaaale, llevas razón en todo. -- Negaré haber dicho esto, y si alguien me lo recuerda, afirmaré que me fue robada mi dirección electrónica, y si no me creen, bueno, pues me echaré a llorar. Ea.

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  9. O primeiro poema é, certamente, impactante, moi tráxico. A min me suxire algún tipo de operación, grave, relacionada co aparato reproductor, pero non precisamente un aborto (ainda que eso... cada un).
    Mais coincido con algúns comentarios de que por riba da súa traxedia hai un ton "positivo", de loita, supervivencia e superación da dor, xa que pode xa falar delo "aprender a falar do que perdín", ainda que teña que ser como os vencidos: coa bandeira soterrada e non alzada (derrota asumida e aceptada non é derrota, senon avanzar cara adiante).
    MJ

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