La discoteca VIII


 No es Marlowe hombre de mucha música, si exceptuamos la de los puños...

  Un par de referencias clásicas.

... escuchaba Katchaturian trabajando en una fábrica de tractores. Lo llamaba concierto para violín. Yo, correa de ventilador suelta, y al diablo con todo.

  ¡No lo deja muy bien, no! Juzguen ustedes.



  En la escandalosa tipología de rubias, hay unas que:

cuando la Filarmónica de Nueva York toca a Hindemith sabe decirte cuál de las seis violas ha entrado un cuarto de compás tarde.

  El primer movimiento de su concierto de viola en una grabación histórica:





  Encontramos también un vals de Marek Weber. Aquí una posibilidad bien conocida por todos:



  Una vida interesante la de este director, que a los veinte años ya fundó su propia orquesta. De corte clásico, no era muy aficionado al jazz, pero sabía que era importante incluirlo en el programa. ¿Cómo resolver esa contradicción? Pasaba la batuta a su segundo y se iba a tomar una copa al bar del teatro mientras sonaban esos acordes modernos. Como tantos otros alemanes, tuvo que huir de su país y se refugió en Estados Unidos donde fue muy popular con sus conciertos radiados. Muchos de ellos con el patrocinio de una marca de leche condensada, ¡no fue el único famoso que la promocionó!





3 comentarios:

  1. Lo de Pedro Picapiedra convertido en un adald del bote de polvos es divertido, sí, y completa el cuadro: si para ir en coche tienes que usar los pies, para preparte un vaso de leche habrá que añadir agua... ¡Gracias por el comentario, Sonia!

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  2. Las latas de los americanos, como los chinos, son todas iguales.¿Será una medida para mejorar la discriminación visual de la población? Seguro que puntúan altísimo en las pruebas de ortografía.
    ¡Qué competitivos! Seguro que lo hacen solo para poder estar arriba en las clasificaciones de esa pesadilla de Wert que se llama Informe Pisa.

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