Hay un dicho inglés que recomienda
vehementemente no juzgar un libro por su portada, esto es, no
deberíamos dejarnos llevar por las apariencias. Y nosotros no lo hacemos
casi nunca... ¡pero ahora sí!
Anónimo18 de enero de 2015, 22:10 El azul turquesa, habrá quien ose decirme que es verde, sobre cualquier tono de marrón me encanta. También el rosa fucsia.
Allá por los noventa del siglo pasado, tuve yo unas gafillas idénticas a esas. También aquellas descansaron muchas noches sobre una desordenada torre de libros.
Va a ser vocación de las gafas de cristales ovalados y patillas metálicas finas acomodarse sobre las pilas de libros, como gatos que se acurrucan en el sofá. Además, es cómodo, porque así las gafas se van leyendo los libros por ellas mismas, y eso que ganamos de tiempo.
En este caso la disputa no es por el tono del azul del nombre del libro, sino por el fondo. ¿Marrón?, ¡pero si es claramente gris!
Anónimo18 de enero de 2015, 22:10
ResponderEliminarEl azul turquesa, habrá quien ose decirme que es verde, sobre cualquier tono de marrón me encanta. También el rosa fucsia.
Allá por los noventa del siglo pasado, tuve yo unas gafillas idénticas a esas. También aquellas descansaron muchas noches sobre una desordenada torre de libros.
Va a ser vocación de las gafas de cristales ovalados y patillas metálicas finas acomodarse sobre las pilas de libros, como gatos que se acurrucan en el sofá. Además, es cómodo, porque así las gafas se van leyendo los libros por ellas mismas, y eso que ganamos de tiempo.
EliminarEn este caso la disputa no es por el tono del azul del nombre del libro, sino por el fondo. ¿Marrón?, ¡pero si es claramente gris!
¿Gris? ¡Qué barbaridad tan bárbara!
EliminarMt