Foro de Redondela VII


  ¿Quién dijo que no se hablaba a la mesa?





11 comentarios:

  1. ¡Que carita, madre! Parece mi Kevin.

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  2. Hum. No tengo ni idea de gatos, pero supongo que es la expresión habitual de los felinos cuando te ponen una zanahoria para cenar, ¿no? Los felices minimos que aparecían en las latas de conservas Miau comían otras cosas...

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  3. Juzgar.

    2. Formar opinión sobre algo o alguien.

    Nick tiene una opinión favorable sobre Jay.

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    1. En menudos berenjenales nos metemos algunos...

      Por si vale de algo mi explicación, la esbozo un poco mejor aquí. Con esa afirmación sobre el no-juicio sobre Gatsby, me refiero a que con el resto de los personajes Nick es bastante más tajante en situarlos en uno u otro apartado, en cambio su amigo le rompe los moldes de tal manera que no termina de encontrarle encaje en ninguna categoría. Es, en cierta medida, un misterio no resuelto. Quizá, por usar la terminología de los tribunales, no es que no intente juzgarlo, es que no es capaz de dictar una sentencia. Entraría en lo que los juristas elegantemente llaman error invencible.

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    2. Vamos, que lo juzga sin éxito; pero lo juzga.

      2 - 2 (empate)

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    3. Digamos que la causa queda sobreseída, je. Por enredar, vaya, Marta

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  4. Otra pregunta para el profe, ¿a cuento de qué su empeño en dudar de la fiabilidad de nuestro narrador? El pobre Nick, efectivamente, parecía vivir un poco en "Los mundos de Yupi" y tener montada su propia película, pero si nos ponemos quisquillosos solo podríamos fiarnos de los narradores omniscientes (o ni eso).


    No me parece comparable este caso, por ejemplo, al de nuestra vieja amiga Briony (la hermana de la del vestido verde), que admitió "públicamente" que nos la estaba metiendo doblada.

    Mt

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    1. No sé muy bien quién es el profe ese, pero yo me lanzo a contestar por alusiones - o aluviones, no sé.

      Claro que podemos ponernos todo lo quisquillosos que queremos y desmontar el libro a nuestro antojo, ¡en la interpretación todo es lícito! Pero, sin ser tan evidente como en el caso que citas de Briony, creo que nuestro amigo Nick también presenta varios aspectos que permite dudar un tanto de su objetividad manifiesta. Coincidiremos, creo, en la idea de que Nick tiene un buen concepto de Gastby, hasta el punto de que cumple con él, y con nadie más, el precepto de su padre de no juzgarlo: los demás son deshonestos o tramposos, pero el señor G, aún con la historieta de sus negocios turbios y el robo de una señora casada, queda como un personaje inmaculado, movido solo por deseos puros y esperanzados.

      Pero, vaya, Mt, que si decidimos que la palabra de Nick es la ley, perfecto. ¡Para gustos los colores! - Que se lo digan al del título del libro, ¿no?

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    2. La señora se dejó robar más contenta que unas castañuelas. Es más, me parece a mi que utilizó al impostor, maleante, idealista y soñador James Gatz para llamar la atención de su díscolo señor esposo y, una vez conseguido su propósito, "si te he visto, no me acuerdo"

      Como yo me creo, más o menos (*), la versión de Nick de los hechos, me parece bastante triste la historia de nuestro protagonista, la verdad. Por amor se reinventó a si mismo y hasta delinquió; y todo para acabar flotando boca abajo sobre el agua de su lujosa piscina (de la que, por cierto, no había disfrutado en todo el verano) tiroteado por otro pobre infeliz.

      (*) Y no vale creerse solo aquello que casa con nuestras apreciaciones subjetivas de la historia, eh. Que Ojos de Buho no conducía el vehículo siniestrado a las puertas de la casa de G tras una noche de fiesta loca nos lo creemos "a pie juntillas", que Daisy y no G conducía el coche que arrolló (a propósito, os lo digo yo que la calé) a la amante de su esposo mantecoso lo ponemos en duda. ¡Menudo morro tienen algunos! O eso, o más miembros para el club de hechizados por la voz de sirena de esa engañosa criatura.

      Este libro está lleno de falsos afectos (James Galtz utiliza a Dan Cody para escalar socialmente, Myrtel a Tom, Nick puede que a Gatsby e incluso a Jordan, Dayse utiliza a Gatsby) y de amores que matan (el de G por D, el de George por Myrtel, el de Daisy por Tom), dos sentimientos opuestos; como opuestos son los mundos que descubrimos en el valle de la ceniza y los dos Eggs. Además es curioso ver como las interacciones de estos dos mundos, la relaciones entre personas provenientes de cada uno de ellos, acaban en tragedia. ¿Moraleja del gran vividor? No sé. Toda esta historia no acaba de encajerme con la imagen de descaro y frivolidad que Scott Fitzgerald transmitía de si mismo. ¿Pura pose?¿Estaba dispuesto a hacer cualquier cosa a cambio del amor de Zelda, como G por D?

      Lo de si N juzgaba o no juzgaba a G había acabado en tablas, eh. Pero como insistes... si como arriba señalas "Nick tiene un buen concepto de Gastby", para formarse ese concepto necesita haberlo JUZGADO previamente. He dicho. :p

      Marta

      Una duda que me asalta de repente ¿Cómo de concurrido fue el entierro de FSF? ¿Fue la visión del de Gatsby una premonición? ¡Ay! ¡Qué curiosidad!

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    3. ¡Adiós! ¡Menudo testamento!

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    4. La discrepancia, esa gran cosa. En mi humilde opinión, Daisy no es tan malísima como para usar a Gatsby tan torticeramente; simplemente es una mujer práctica. Acudir al entierro no lo era.

      Lo de que Nick sea fiable o no depende de nuestra percepción, es un aspecto que queda conscientemente ambiguo, así que no hay una buena y otra una mala interpretación del dilema. Un apunte tonto, que no demuestra nada, pero ahí queda. N se vende como mega-sincero y honesto; en la conversación que tienen en el coche Gatsby dice que es del Medio Oeste y cuando se le pide concretar más, indica que es de San Francisco. Ahora bien, ¡claramente esta ciudad pertenece al Oeste sin mitades! Y, sin embargo, el honesto Nick dice, ah, vale, y ya. -- por si es confuso, es como si alguien dice que Oviedo es Galicia y nos quedamos tan panchos.

      Me temo que acertaste, Marta, con lo premonitorio del funeral. El pobre Scott tuvo un funeral bastante deprimente y poco concurrido, aunque no tan desolado como el de Gatsby. El cadáver fue maquillado bastante chapuceramente, y además el funeral tuvo que ser celebrado en una congregación episcopaliana, porque la iglesia católica no permitió la ceremonia. Asistieron unas veinte personas, que incluía su hija pero no su mujer Zelda.

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