En el principio IV


  Tabucchi arranca así su libro:


    Sostiene Pereira que le conoció un día de verano. Una magnífica jornada veraniega, soleada y aireada, y Lisboa resplandecía. Parece que Pereira se hallaba en la redacción, sin saber qué hacer, el director estaba de vacaciones, él se encontraba en el aprieto de organizar la página cultural, porque el Lisboa contaba ya con una página cultural, y se la habían encomendado a él. Y él, Pereira, reflexionaba sobre la muerte. 

(70 palabras)

   ¿Qué impresión ofrece este inicio: es sugerente, pausado, rápido, misterioso, claro, alegre, melancólico...? ¿Es un buen comienzo?, ¡opiniones aquí, por favor!



11 comentarios:

  1. Me encanta el comienzo, casi puedo sentir el calor del verano.... y cuando todo parece cálido y apacible se menta a la muerte, ¡vaya giro en un párrafo!

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    1. Es lo que tiene la muerte. No entiende de reglas y disfruta presentándose en el momento menos esperado.

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    2. No seamos tan duros: realmente, no lo hace por placer. Se limita a cumplir escrupulosamente con su deber. O, como decía Borges: morir es una costumbre que sabe tener la gente.

      ¡Buenos análisis!

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    3. Un calor un tanto agobiante, ¿no? Supongo que el mismo concepto de calor tiene un valor diferente según la latitud en la que estemos.

      ¡Gracias, Sonia!

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  2. Diría sencillamente claro, preciso y que me incitó a continuar la lectura del libro.Describe en un lenguaje sencillo y cercano para el lector cómo se encuentra en ese momento el personaje.
    Antonia

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    1. Excelente análisis, Antonia. Tiene cierto tono oral e informal, ¿verdad?

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    2. El inicio parece anunciar que va a suceder algo importante. Comenzando el texto con la frase “Sostiene Pereira”, parece que el protagonista está ante un “juicio” o una “confesión” a una tercera persona, a la que relata un acontecimiento pasado.
      El marco, en apariencia pausado y tranquilo, contrasta con la vida emergente fuera de su despacho.
      La brisa atlántica en la costa portuguesa hace agradable sus veranos. Califica el clima estival de Lisboa como “soleado y aireado” pero no caluroso.
      Por este motivo la sensación de sofoco podría deberse a una actitud personal ante acontecimientos que le provocan cierta ansiedad (la nueva página cultural) junto a un factor físico (luego se descubre que padece una cardiopatía y sobrepeso).
      Que no le motive la página cultural siendo periodista, me hizo sospechar un hombre acomodado en una situación de abandono, aislamiento y apatía.
      La referencia a la muerte la hace de forma genérica, no como un miedo irracional, sino como una “forma de vida” con la que convive a diario.
      (en posteriores páginas se va descubriendo que Pereira 13 años después de la muerte de su esposa todavía no ha afrontado su luto. Es su única confidente, incluso tiene la sensación que le sonríe, la lleva de viaje, y guarda su retrato boca arriba en su mochila..)

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  3. ¿Que más se puede añadir a este detallado comentario? Un análisis realmente completo y cuidado, ¡buen trabajo!

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  4. Me gusta este comienzo; este narrador escéptico que, en tan solo 70 palabras, nos aporta bastantes datos de cara a contextualizar la historia en la que estamos a punto de sumergirnos, al tiempo que nos previene de que no está convencido de que lo que nos cuenta sea totalmente cierto.

    Además introduce un elemento que nos intriga, y por lo tanto engancha, en la primera línea del texto, ¿a quién conoce Pereira? Alguien, seguro, con un peso importante en este relato.

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    1. ¡Gracias por tan aguda observación! En efecto, ese "le" que introduce a un misterioso él puede darnos juego...

      Es cierto también el otro matiz que apuntas: en una rápida sucesión de pinceladas tenemos configurada una primera imagen del protagonista, lo que ayuda a entrar en el libro.

      ¿Podías afinar un poco más en esa afirmación de que el texto nos previene de que no está convencido de que lo que nos cuenta sea totalmente cierto. Glups, ¿Briony Bis?

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    2. No, no es el mismo caso que B. Aquella, la muuuuy pilla, cuenta lo que le conviene. Este, y lanzo una suposición porque no empecé a leer el libro, se limita a transmitirnos la versión de los hechos que a él le relataron y, al tiempo que lo hace, parece ponerla en duda.

      Menos g-words, please.

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